En Duerme Sonriendo ayudamos a las familias a enseñar hábitos de sueño saludables en la primera infancia. Cómo gestionar las siestas, las regresiones de sueño, los cambios de horario…
Además de gestionar estas situaciones y crear un ambiente favorecedor del sueño, es una preocupación principal entre los padres el síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL).
A continuación, os ofrecemos unas recomendaciones hasta un año de edad.
Recomendaciones de seguridad para bebés
Los bebés deben tumbarse siempre boca arriba para dormir, ya que se ha demostrado que esta posición disminuye el riesgo de SMSL. Una vez que se den la vuelta en ambas direcciones, ya podrán permitirle dormir boca abajo, sin embargo, al llevarle a dormir, le tumbarán boca arriba.
El colchón de su cuna debe ser firme y no hundirse al colocar al bebé sobre él. Es peligroso que duerma en el cojín de lactancia, posicionador, nido o su hamaca, porque podría darse la vuelta. Tampoco en un sofá, sillón o asiento del que pueda rodar y caer. La altura interna mínima recomendable para la cuna es de 60 centímetros.
Le podemos dar su chupete, una vez la lactancia esté bien establecida, pues también disminuye el riesgo de SMSL; y solo en caso de que lo llegue a coger.
Si acostáis al bebé en vuestra cama, que sea solo para alimentarlo o tranquilizarlo. Si crees que podrías dormirte, mejor llévalo a su cuna de nuevo.
Es bueno que hasta el año, el bebé duerma en su cuna en vuestro dormitorio. Compartir habitación reduce el riesgo de SMSL hasta en un 50%, según la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Los cables, cintas, tiras, cordones o cualquier objeto que sea más largo que la circunferencia del bebe/niño deberá retirarse o estar fuera de su alcance para evitar el riego de estrangulamiento.
La temperatura mientras duerme debe permanecer entre 18ºC y 22ºC. En el día abran ventanas para airear la habitación.
Importante: Evitar almohadas antes de los dos años y cualquier otro objeto blando en la cuna
Debemos asegurarnos de que el bebé podrá respirar bien toda la noche. Por ese motivo, evitaremos objetos blandos en la cuna, como mantas, peluches, almohadas o protectores.
A partir de los dos años, podemos darle una almohada siempre que sea plana para que exista el riesgo mínimo de asfixia. De todas formas, a estas edades aun se mueven muchísimo mientras duermen, así que mientras menos objetos tenga en la zona donde duerman más cómoda será para ellos.
¡Dulces sueños!
#dormirsaludablemente
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